Anoche a las 5.10h. UTC (me da risa eso del UTC... la palabra universal es demasiado para el concepto en sí) comenzó el tan ansiado equinoccio primaveral, y que mejor manera de hacerlo que lloviendo y/o nevando a saco dependiendo del lugar... -algunos lo llamarían bazzinga! y bien llamado está-
El caso es que, después de unos días de extremo relax, quedando con unos y con otros, trasnochando todo el puente ya que, por suerte, será el último fin de semana libre que me quede en mucho tiempo al haber encontrado, por fin, trabajo, y si me quedaba alguna duda (que la he tenido), hoy se han difuminado todas después del éxito de mi última entrevista del proceso de selección (que anda que no ha sido largo...); por tanto, hago balance de la última semana y solo me sale una sonrisa de la boca.
Me salen sonrisas porque he de reconocer (que expresión más loool) que ha sido todo muy positivo; he tenido oportunidad de conocer mejor a personas, que ya conocía antes, pero que no había tenido oportunidad de conocer más; ha pasado una buena racha por casa que nos ha dejado trabajo a mi y a mi pareja; he tenido la oportunidad de ver algunas cosas desde otra perspectiva y me he dado cuenta de muchas cosas que avalan decisiones tomadas con anterioridad y, que evidentemente, han cambiado el rumbo de mi vida de una manera positiva. Me aventuraría a decir que he soltado lastre de manera adecuada y positiva dados los resultados directos que he obtenido: trabajo, vida social, de la de verdad y no la de las redes sociales, varias preocupaciones menos y una reorientación de esfuerzos mejor focalizados, lo que, a su vez, lleva a una mejor inversión de mi tiempo libre.
Ahora se avecina un nuevo panorama, tendré que combinar mis aportaciones activistas con mis responsabilidades laborales, por lo que el haber tomado las decisiones que tomé en su día, favorecen, en este caso, que pueda combinarlo con mayor efectividad.
Por eso, el que hoy haya llegado a casa y me haya encontrado con un agujero en el techo cayendo agua, y entrado agua también por la junta de las ventanas, me ha supuesto sólo un +2 en sed de sangre, cuando en otro escenario hubiese supuesto un +12 y la muerte segura de algún(a) culpable directo que opinaba que oír caer agua en el techo eran imaginaciones nuestras. -be water my friend-
Tiramos pa'lante, caminamos con paso firme y a nuestra macha, porque lo importante es tirar, no rendirse y caminar con la cabeza alta e ir soltando lastre cuando hay que soltarlo, con cabeza pero con firmeza y determinación.
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